COMO DEJER DE FUMAR...

Como ayer os anuncié hoy traigo un post muy especial para mi. Os enseño un trocito más de mi, y si de paso puedo ayudar aunque sea a una persona, pues mejor que mejor ;)

Hoy hace 2 años que conseguí dejar de fumar.

Para los que no hayan fumado nunca tal vez no signifique nada, pero para aquellos que fumen y no puedan dejarlo o que lo estén intentando sé que entenderán que quiera celebrarlo.

¡Tengo la fecha apuntada porque para mi es como mi segundo cumpleaños! No penséis que fumaba un cigarro de vez en cuando. No. Yo era de las que fumaban mínimo un paquete diario. Durante diez años. Y en los últimos tiempos había llegado casi a los dos paquetes al día. Necesitaba fumar hiciera frío o calor, tuviera fiebre o sueño. La de veces que "necesité" salir de la oficina aunque lloviera o hiciera muchísimo viento porque "tenía" que fumar.

Hasta que dije basta. Había intentado dejarlo antes con chicles, parches e incluso me compré el libro de dejar de fumar es fácil si sabes cómo. Pero nada me funcionaba.

Un día, después de una noche con amigos en la que me fumé todo, dije que ya estaba bien. Notaba los pulmones cargados, me costaba respirar y supe que tenía que hacer algo. No pensé en dejar de fumar, sino que pensé en que no me iba a fumar el siguiente cigarrillo. A ver cuánto tiempo era capaz de aguantar. Así que cuando me apeteció uno (y creedme que me apeteció ;) pensaba no me voy a encender el siguiente cigarrillo. Así aguanté un día entero. ¡Todo un logro para mi! Ya que pensad que no recordaba haber estado un día sin fumar desde hacía mucho tiempo. Eso sí, estoy segura que una única calada hubiera bastado para recaer.

Al día siguiente, con el café matutino del trabajo, evidentemente me apeteció fumar. Pero volví a pensar en que no me iba a encender el siguiente cigarro. Ese no. Así que simplemente no me lo encendí. Repito que no pensaba en que no iba a fumar nunca más, sino en que no iba a encenderme el siguiente cigarrillo. Cuando me di cuenta había pasado una semana y seguía sin fumar. La cosa es que no pensaba a largo plazo, sino que me marcaba objetivos a corto, como un par de horas y luego otro par, etc.

Entonces me di cuenta de que mis pulmones estaban mejor y que la comida estaba más rica. ¡Pero cómo me estaba perdiendo esas cosas! Cuando me quise dar cuenta no sólo no me apetecía fumar sino que le había cogido un asco tremendo.

Desde entonces apenas me resfrío, varias amigas pensaban que me había hecho algún tratamiento de belleza porque la piel mejora muchísimo, respiro bien, huelo solo a perfume, saboreo la comida, ... TODO son ventajas. Ahora me alegro de haberlo dejado también por mi familia, porque ellos no se merecen ser fumadores pasivos, porque por muchas excusas que nos pongamos fumar provoca cáncer sí o sí.

Realmente es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Si pienso en el dinero que me he ahorrado hasta ahora... uf, da para muchos bolsos y zapatos ;) Y si ahora pudiera volver a elegir entre fumarme el primer cigarrillo de mi vida o no hacerlo, ¡tengo clarísimo lo que haría!

Y hasta aquí mi historia.